Los viernes
bocadillo de nocilla
y dos días enteros sin planear futuros.
Odiaba a Noemi,
me gustaba Mafalda
y tu voz aún me suena
a Beatles y atasco.
Aún no terminamos de entendernos
ni de crecer
ni de ser tan pequeños
y vuelvo a recordar que nunca
me cayó bien tu padre
y a tu madre
no podía entenderla...
nunca llegué a colarme
por aquella ventana,
dejamos cientos de planos dibujados
y cartas
y te quieros
y dragones
(los tuyos dan más miedo,
los mios tienen versos)
y si,
serás el rey de las abuelas
y me lo contarás
mientras te hablo
de un nuevo amor
o del amor de siempre...
tú no lo entenderás,
pero reiremos
ya sin el bocadillo de nocilla
ni el uniforme
de mono amaestrado.
Este es el lugar y este el tiempo desde los que escribo, un lugar en el que no hay gravedad que pegue los pies al suelo, en el que los sueños son posibles y solo el amor y la amistad importan. Aqui no caben la conveniencia ni el interés, aqui podemos, todos, ser felices.
Poneos cómodos, estáis en casa.
jueves, 11 de junio de 2009
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1 comentario:
Veo aquí un pequeño giro. Estaré atento.
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