De nuevo
auto proclamada
emperatriz
absoluta
del pantano
me dispongo
a decorar
mi imperio
Sé que no hay
fuerza
humana
capaz
de secar
la ciénaga,
es el propio
pantano
quien
debe hacerlo
transformando
su espanto
en tierra
firme,
expulsando
a las alimañas,
desterrando
a los insectos
y a esas criaturas
pavorosas
que ni siquiera
me atrevo
a imaginar.
Me pongo
la corona
y el armiño,
me dibujo
una real sonrisa,
con decisión
pongo
la primera piedra
y escribo
con tiza
sobre ella
"Paraíso".
Espero que el pantano
no se la trague,
¿quien sabe?
quizá
al sentirse amado
decida
ser amable.
Este es el lugar y este el tiempo desde los que escribo, un lugar en el que no hay gravedad que pegue los pies al suelo, en el que los sueños son posibles y solo el amor y la amistad importan. Aqui no caben la conveniencia ni el interés, aqui podemos, todos, ser felices.
Poneos cómodos, estáis en casa.
lunes, 28 de julio de 2008
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